Cuando Dios nos ha concedido el privilegio de tener una
madre hemos podido constatar que ella:
a) Ha sido la primera para educarnos en valores , psicológica mente, intelectualmente, espiritualmente, laboral mente,
culturalmente. Es decir, la madre es una especie de poliprofesionista que se
especializa en todo para darse a sus hijos.
b) Nos ha servido completamente, entregándose, en la
enfermedad, el dolor, el sufrimiento, durante el embarazo desde el primer
instante de la concepción y hasta el parto, sirve a su Patria en la formación
de buenos ciudadanos.
c) Nos ha protegido de vicios, malas amistades e
influencias.
d) Ha sido el símbolo de confianza, seguridad para cada
hijo, ayudando a la formación de su personalidad.
e) Ha sido congruente, decidida y valiente para defender
los valores esenciales de la vida humana, para iniciar a los hijos en el ejercicio
de la auténtica libertad.
f) Nos ha amado, pues el amor es la dinámica esencial del
ser humano. El amor maternal es el más sublime, ya que se da sin recibir nada a
cambio, se da, porque el hijo es el tesoro, el don más grande que tiene una
madre, y el tenerlo es ya suficiente paga.
Hoy en día, el valor de la maternidad está devaluado, es
casi una herejía tener tres hijos o más. En parte, esto se debe al concepto
político-laboral de la maternidad, por eso "La maternidad debe ser tratada
en la política y en la economía del trabajo como un gran fin y un gran cometido
en sí mismo. Con ella está efectivamente vinculado el trabajo de la madre, que
da a luz, que alimenta, que educa, que nadie puede sustituir. Nada puede
sustituir el corazón de una madre, que en una casa está siempre presente y
espera siempre. El verdadero respeto del trabajo, comporta la debida estima por
la maternidad y no puede ser de otro modo. De esto depende también la salud
moral de toda la sociedad" Karol Wojtyla.
Gracias mamá, por todos tus desvelos, angustias,
ejemplos, sonrisas, alegrías, juegos, estudios, congruencia y lágrimas, gracias
mami, ahora entiendo y valoro lo que eres.